lunes, 16 de septiembre de 2013

Velas, derivados del petróleo

Una vela o candela es una fuente de iluminación, consistente en una mecha que asciende por el interior de una barra de combustible sólido, como puede ser la cera, la grasa o la parafina.

Parafina es el nombre común de un grupo de hidrocarburos alcanos de fórmula general CnH2n+2, donde n es el número de átomos de carbono. La molécula simple de la parafina proviene del metano, CH4, un gas a temperatura ambiente; en cambio, los miembros más pesados de la serie, como el octano C8H18, se presentan como líquidos. Las formas sólidas de parafina, llamadas cera de parafina, provienen de las moléculas más pesadas C20 a C40. La parafina fue identificada por Carl Reichenbach en esta forma, en 1830.
Parafina, o hidrocarbono de parafina, es también el nombre técnico de un alcano en general, aunque en la mayoría de los casos se refiere específicamente a un alcano lineal o alcano normal — si posee ramificaciones, los isoalcanos también son llamados isoparafinas.
El nombre deriva del latín parum (= apenas) + affinis aquí utilizado con el significado de "falta de afinidad", o "falta de reactividad".



Fabricación
El primer paso es comprar parafina o cera de abeja, la primera viene en barras y la otra en diferentes formas. La parafina de mejor calidad se identifican por su mayor transparencia.
Una vez conseguido alguno de estos elementos en cualquier ferretería, se debe proceder a la fabricación en si. Despejar la cocina y colocar la parafina en una ollita para comenzar a derretirla a Baño Maria revolviendo constantemente con una cuchara de madera.

El colorido y el aroma se le pueden dar con crayones de colores en pedacitos que se agregan a la mezcla que se está calentando. La fragancia se consigue con la aplicación de 10 o 12 gotitas de aceite aromatizante que se pueden comprar en perfumerías o locales de productos naturales.
Una vez que la preparación está bien liquida, untar el molde (se consiguen de diferentes formas y tamaños en las mismas casas de productos naturales) con vaselina.
Antes de volcar la mezcla derretida, colocar la mecha. Su grosor dependerá del diámetro de la vela, para que ésta arda bien y de una luz bonita. Una mecha demasiado fina producirá una oquedad en la vela, mientras que una excesivamente gruesa la llenaría de hollín. Para que tenga una buena combustión la mecha tiene que estar recta. (Un secreto para mantenerla en posición es darle una forma a la parte que quedará sumergida, produciendo el anclaje).
Se aconseja atarla a un lápiz cualquiera y apoyar el mismo en los bordes del molde para mantenerla en su posición. Una vez asegurados estos pasos, verter la mezcla en el molde y dejar enfriar hasta que esté bien dura. Para acelerar este proceso se puede guardar el producto en la heladera.

Una vez enfriada, viene el desmolde. Lo mejor es colocar el molde en una cacerola con agua caliente para que la vela se desprenda naturalmente, y sin tirar de la mecha para no romperla. Después viene la limpieza con un trapo húmedo.



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